Agricultura urbana como una solución para enfrentar al cambio climático y soberanía alimentaria en Quito, Ecuador

El Distrito Metropolitano de Quito es la capital del Ecuador con una poblacion de 2,6 millones de personas, y donde el 63,8% de la área urbana se organiza en 32 parroquias urbanas, o distritos, y 33 parroquias rurales o suburbanas. La pobreza en Quito afecta a casi un 30% de la población, y la malnutrición crónica impacta a un 30% de niños menores de 5 años. El cambio climático, la pobreza y la provisión de alimentos son sin duda los problemas más acuciantes de la ciudad.

En 2017 el Municipio de Quito publicó la Estrategia de Resiliencia en la que la economía alimentaria es uno de los pilares fundamentales. A partir del proyecto AGRUPAR (Agricultura Urbana Participativa), que funcionó entre 2002 y 2004, en el marco de la Dirección de Desarrollo Humano Sustentable, y desde 2005, en el marco de la Agencia de Promoción Económica (ConQuito), se impulsó la creación del Pacto Agroalimentario de Quito que trabajó con todos los actores relevantes y se convirtió en uno de los principales actores de la política alimentaria de la ciudad.

  • El proyecto pretende hacer frente al cambio climático, la pobreza y la provisión de alimentos, mediante el apoyo a huertos urbanos en terrenos públicos o privados con la participación de la comunidad. Los objetivos son la seguridad y soberanía alimentarias, la gestión medioambiental, la mejora del empleo y los ingresos, la inclusión social, la sostenibilidad y la resiliencia.

  • AGRUPAR es un proyecto clave del municipio, que además de contribuir a la seguridad y soberanía alimentaria, ha contribuido a mejorar los ingresos de los participantes, en particular de la población de bajos ingresos, así como a generar ahorros al permitir el consumo de los alimentos que ha producido. Por su carácter integrado de actividades agrícolas y ganaderas; comercialización de excedentes; transformación de alimentos; intercambio solidario de la cosecha; gestión ambiental y contribución a la agroecología urbana ,constituye también una importante estrategia de cohesión social. AGRUPAR contribuye a gestionar los retos ambientales, económicos y sociales de la ciudad.

    Los huertos urbanos de Quito tienen una capacidad de producción de 1,35 millones de kg de alimentos sanos al año, de los cuales el 57% (769000 kg) es consumido por los productores y sus familias, y el 43% (581.000 kg) se vende a través de diversas cadenas cortas de suministro. Cada semana se entregan unas 11 toneladas de alimentos frescos y sanos a los barrios más vulnerables de la ciudad. La reducción sustancial de la huella de carbono dentro de la cadena alimentaria, debido a la proximidad entre productores y consumidores, es una de las principales contribuciones de la iniciativa a la mitigación del cambio climático, al minimizar la necesidad de transporte, envasado, refrigeración y almacenamiento. Además, esta práctica aumenta la biodiversidad urbana, la captura de carbono, la infiltración de agua de lluvia y reduce el efecto isla de calor urbano.

  • Las principales repercusiones de AGRUPAR han sido la mejora y disponibilidad de alimentos sanos para la población urbana más pobre, el aumento de las oportunidades económicas para los agricultores urbanos, beneficios medioambientales y cambios significativos en el comportamiento de los consumidores gracias a la creación de 4.400 huertos que cubren 63 hectáreas de la ciudad. Por ejemplo, los niños en edad escolar pueden aprender sobre el origen de los alimentos, la diversidad nutricional y el problema del desperdicio de alimentos; los adultos con discapacidad pueden adquirir conocimientos e integrarse en la sociedad; las familias encabezadas por mujeres pueden trabajar en casa mientras cuidan de sus hijos; y los inmigrantes y refugiados pueden integrarse en la sociedad a través de la agricultura y recibir apoyo de la comunidad en general.

    • Aumentar la biodiversidad.

    • Aumentar los logros de los objetivos de biodiversidad.

    • Aumentar la cantidad de espacios verdes abiertos para los residentes.

    • Cambiar la imagen del entorno urbano.

    • Aumentar el sentimiento de propiedad de las comunidades.

    • Regeneración urbana.

    • Justicia social y cohesión social.

    • Aumento del bienestar.

    • Aumentar la concienciación sobre las soluciones de NBS y su eficacia y beneficios colaterales.

  • En 2013, Quito inauguró su nuevo aeropuerto internacional situado en la parroquia rural de Tababela, a 35 km fuera del área urbana, dejando la zona abierta del antiguo aeropuerto destinada a parque urbano. El diseño del parque prevé un área en la cabecera norte para actividades de agricultura urbana. AGRUPAR propone implementar un Centro de Interpretación de la Agricultura Urbana para la difusión de la coproducción y el intercambio de conocimientos en beneficio de más ciudadanos, disponiendo de áreas productivas para la comunidad pero también ofreciendo la oportunidad de mostrar diferentes sistemas de riego y técnicas de cultivo.

Lecciones aprendidas

Uno de los principales retos del programa es el marco legal relacionado con el uso del suelo. La agricultura urbana aún debe ser reconocida dentro de los distritos urbanos de Quito como parte de los instrumentos de gestión del suelo, y se están haciendo esfuerzos para incluirla. Aunque no existe ninguna restricción para la producción urbana de alimentos, los agricultores locales se enfrentan a los riesgos de expulsión o rescisión de sus contratos de arrendamiento, ya que algunos pueden cultivar en terrenos sin títulos oficiales o sin permiso para utilizar el espacio público. En consecuencia, la agricultura urbana también puede ser un riesgo para el tráfico de tierras y la ocupación ilegal.